lunes, 20 de octubre de 2014

El MARAVILLOSO Método Madre Canguro

El método madre canguro surgió a finales de la década de los 70 en un hospital en Colombia. Se habían quedado sin incubadoras disponibles y a un médico se le ocurrió que las madres podrían ofrecer su calor corporal a los pequeños. No tardaron en darse cuenta de que la mayoría de infecciones que cogían los bebés eran debidas a bacterias propias de los hospitales, y no por el contacto humano (antes a esto no se dejaba tocar a los bebés prematuros que estaban en la incubadora para no transmitirles ninguna enfermedad), pero este ya no era un motivo de peso. También se dieron cuenta de que los bebés que practicaban este método se recuperaban antes, tanto de salud como de talla y peso, que los bebés que estaban solos en la incubadora.


Este método consiste en colocarse al bebé sobre el pecho, curiosamente sobre el chakra corazón, que se le considera el centro energético del amor, da la capacidad de brindar y recibir amor de todo corazón y desinteresadamente, y es responsable de la transformación y de ofrecerse con confianza a la vida. A medida que el bebé va creciendo, también se sitúa sobre el Plexo Solar, tercer chakra y encargado de irradiar nuestra energía al exterior y de percibir y recoger la energía externa hacia nosotros mismos, a parte de ser la puerta de entrada a nuestras emociones. Por este motivo no es de extrañar que este método sea tan beneficioso para el bebé como para los papás que lo practican.

En el bebé, el contacto con la madre o el padre, a parte de aportarle calor, que es el principal beneficio biológico, le enseña a regular su propia temperatura. Emocionalmente, algo que hasta ahora se había dejado de lado, le aporta confianza y seguridad, ya que para ellos es muy importante el contacto puesto que no han conocido una vida y un mundo sin estar en contacto con su madre.

Los beneficios para la madre, a parte de ser múltiples a nivel emocional (no olvidemos que las mamás de bebés prematuros tienden a tener sentimiento de pérdida y culpa), ayudan a producir leche y favorecen la lactancia materna.

En nuestro caso, empezamos con el método madre canguro el 2 de Febrero, 5 días después de que naciera Guillem y cuando le quitan el catéter umbilical que llevaba. ¡Era tan chiquitito! parecía un conejillo...

Fue una experiencia extraordinaria que nos hizo muchísimo bien a los tres, a Guillem, a su papá y a mí. Estábamos deseando llegar al hospital para poder cogerlo y sentirlo sobre nosotros. Eran momentos únicos, sólo para nosotros, el mundo exterior desaparecía y sólo sentía la paz que me proporcionaba el calor de mi pequeño sobre mi pecho... Si miro atrás, la sensación que me viene a la mente es esa: paz y mucho amor.

Intenté seguir practicándolo todo lo que pude, pero son los propios niños los que te hacen saber que ya no lo necesitan porque ya no se sienten cómodos en esa posición. 

Tengo un recuerdo increíble de aquella experiencia y agradezco a diario que mi ginecóloga, la Dra. Inés Bombí, me enviara al Hospital Sant Joan de Déu, ya que aún hoy en día hay hospitales en los que no te dejan tocar a los bebés. Y si vuelvo a ser madre otra vez, aunque no sea prematuro ¡¡pienso volver a practicar el método madre canguro todo lo que pueda!!




*Más información: http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9todo_madre_canguro

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